Uno de los lugares más fotografiados de Chipre son las cuevas marinas de Cabo Greco. ¡Y con razón! Estas formaciones geológicas son una auténtica maravilla creada por la erosión del mar. Las cuevas tienen formas fascinantes que bien podrían haber sido esculpidas por el hombre.

Pero lo mejor es el color turquesa del agua, que invita a los más valientes a tirarse desde lo alto de los acantilados para refrescarse. Si prefieres un plan más tranquilo, te recomendamos bajar a una cueva para disfrutar de uno de los mejores atardeceres que ver en Chipre.

No tardarás en darte cuenta que Chipre tiene mucho en común con Grecia: idioma, religión, buen clima, comida exquisita, ¡incluso arquitectura! También en la zona de Cabo Greco hay una capilla que nos recordó muchísimo a Santorini, con paredes blancas y una cúpula azul marino.

Está dedicada a los santos Kosmas y Damianos, que según la leyenda eran médicos que curaban gratis a quienes lo necesitaban. Al lado de la capilla unas escaleras bajan hasta una cueva donde se dice que hay agua sagrada de estos santos. Si el mar no está muy movido es interesante entrar con (cuidado de no resbalar) y disfrutar de las vistas

La ciudad de moda que ver en Chipre es Limassol (o Lemesos en griego). Hay mucho ambiente durante todo el año gracias a la cantidad de bares, restaurantes y tiendas. Durante los últimos años un montón de construcciones de lujo que atraen a extranjeros adinerados están haciendo crecer muy rápidamente la ciudad.

Tiene una mezcla genial entre tradición y modernidad. Un buen ejemplo es la marina con cientos de yates junto al puerto antiguo de Limassol. El paseo marítimo es ideal para un paseo, igual que los alrededores del castillo.