Seychelles

Las puertas del Olimpo están más cerca de lo que uno cree. Aguas cristalinas, cielo azul y arena blanca… ¿Así os imagináis el cielo de los dioses? Pues este paraíso tiene también su sitio entre los mortales y su nombre es Las Seychelles. 

Mahé

El aroma tropical de las flores silvestres, la brisa fresca y el susurro de las olas nos darán la bienvenida a Mahé, la isla más grande de Seychelles. Relájate en sus playas soleadas de arena blanca, donde tendrás la libertad de estar rodeado de naturaleza virgen y de especies únicas de flora y fauna.

Praslin

Para llegar a la isla de Praslin solo hay que recorrer 50 kilómetros desde Mahé. La distancia merecerá la pena para visitar la Reserva Natural del Valle de Mai. Esta selva natural fue declarada Reserva de la Naturaleza el 18 de abril de 1966 y Parque Nacional en 1979. En 1983, esta área protegida fue inscrita por la Unesco en la lista de los lugares que son Patrimonio de la Humanidad. Su fauna, sus palmeras y el famoso ‘coco de mar’ (semillas gigantes de 20 kilos) convierten la isla en un lugar de lo más especial. 

La Digue

La Digue es la cuarta isla habitada más grande de Seychelles. Enamoran sus playas, especialmente Anse Source d’Argent y la Reserva Natural de Veuve. También acampan a sus anchas por estos lares las tortugas más grandes del mundo, solo superadas por sus primas de los Galápagos. 

Aventura

En las Islas Seychelles no solo disfrutarás de un placentero descanso en sus playas de arena blanca, sino que también tendrás una enorme oferta de ocio. El buceo, el esnórquel, el senderismo o el trekking son solo algunos de los deportes que se pueden practicar en este pulmón del océano Índico. Pesca, windsurf, vela, surf… La lista es casi tan extensa como el número de islas que visitar.